martes, 25 de mayo de 2010

GRITOS Y PATALEOS

Hoy he sentido verguenza. Los senadores del Partido Popular reclamaron en la sesión de control al Gobierno en la Cámara Alta la dimisión del Presidente del Gobierno. Hasta aquí, nada nuevo. En época de Aznar fueron los socialistas quienes lo hicieron muchas veces.

Lo que me ha puesto la cara roja es ver cómo el presidente del Senado, Javier Rojo, tenía que llamar al orden a la bancada popular tras interrumpir la intervención de Rodríguez Zapatero con gritos y pataleos. Muy constructivo, la verdad. Y ante todo, un gran ejemplo para la ciudadanía.

Rojo ha indicado que los españoles lo que buscan son soluciones y no este tipo de comportamientos. Totalmente de acuerdo. Este tipo de imágenes suelen servir de relleno en muchos informativos cuando en determinados países asiáticos sus sesiones del Parlamento terminan en sonoras broncas e incluso intercambio de golpes. No creo que lleguemos a tanto. O eso espero. Pero, por dentro me queda la misma rabia.

El Gobierno central dispone de más de cuatrocientos cincuenta vehículos oficiales. Socialista. Los ayuntamientos de Madrid y Valencia son los dos más endeudados de España. Populares. Unos y otros nos quieren convencer de la importancia de moderar el gasto público. En el Senado lo han hecho a gritos. A nosotros nos lo dicen despacito. Para que no se nos atragante.

Por eso han decidido rebajarse el sueldo. Fenomenal. Pero que no se lo vuelvan a subir. Cuando los brotes verdes sean matojo deben recordar lo que tuvieron que gritar y patalear para sacarnos de la crísis.

Les recuerdo a los señores senadores que ellos, populares y socialistas, todavía viajan en Primera a costa de todos los españoles. También que el Gobierno Central cuenta con más de cuatrocientos coches oficiales. Que los ayuntamientos de Madrid y Valencia son los dos más endeudados de España. Así que, ni populares ni socialistas pueden dar mucho ejemplo de saber contener el gasto público.

Lo de los coches oficiales es como la tónica. En cuanto los pruebas ya no puedes dejarlo. De lo del chófer no se libran ni los partidos más situados a la izquierda. En el mitin reclaman el uso de la bici y el transporte público. Pero en cuanto bajan de la tribuna ya les espera el coche oficial.

Permítanme un inciso. ¿Si eliminamos los coches oficiales mandaremos al paro a sus conductores?. Yo tengo una idea al respecto.

Todos los viernes, los portavoces de los cinco partidos políticos con representación en las Cortes de Aragón vienen a una tertulia. Cada uno en su coche oficial. Un día les propondré una cosa. Además ellos ya han presentado alguna campaña de este tipo para los trabajadores. Les diré que vengan todos en el mismo coche. Cada semana conduce uno. Se ahorra energía, se colabora con el cambio climático y además pueden fomentar la camaradería y la búsqueda conjunta de soluciones.

Y que no se me enfaden los conductores de los coches oficiales. Yo no los mandaría al INAEM. Con los otros cuatro coches podrían pasar a recoger a aquellas personas del medio rural que tienen que acudir a diálisis. O a los ancianos que deben ir al hospital. También a personas con discapacidad que necesitan realizar gestiones y les cuesta todavía un esfuerzo enorme moverse por la ciudad.

Un día igual se lo propongo a los señores diputados. Seguro que me dicen que soy un demagogo. O que lo que digo conllevaría intrusismo dentro del sector del transporte. Me explicarán también que para eso ya existen los Servicios Sociales.

Con muy buenas palabras, eso si. Moderación, talante y responsabilidad política.

Aunque en el fondo yo creo que lo que desearían si yo les dijera eso es gritar y patalear.

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