¡QUÉ ALEGRÍA PARA MIS OJOS!

Pues claro que si¡ Jesús Vázquez va a lucir palmito tal y como su madre le trajo al mundo por una buena causa. Las niñas y los niños de ACNUR van a recibir un dinerito porque el presentador tiene previsto donar a esta organización todos los beneficios que le reporte enseñar el culo .

El gallego afirma llevar casi un mes a base de pechuguita de pollo y fruta para estar más lozano en las fotos. Y eso que va al gimnasio todos los días y que posee una forma física envidiable. Pero aún así se quiere cuidar. Muy profesional.

Me encanta. Posará en Intervíu. Como las destapadas de la democracia. Curiosamente, las fotos verán la luz coincidiendo con la Semana del Orgullo Gay. Hasta que ha llegado la fecha los niños refugiados han podido aguantar. A lo mejor ha sido para esperar a los calores y la semana de celebración no ha tenido nada que ver. Porque, aunque Jesús está cañón, ya tiene una edad y los fríos le podrían afectar al mecanismo.

Pienso que a cambio de los desfavorecidos consigan ayuda vale casi todo. El dinero se limpia en cuanto se convierte en comida y medicinas. Aún así hay que decirlo claro. Me parece una operación de márketing brutal por parte del presentador. El fin es bueno pero la forma de conseguirlo no me parece desinteresada.

Podrán ustedes decirme que si no hubiera dicho el fin para el que va destinado el dinero igual la revista se vendería menos. Al fin y al cabo la gente que la compre no será por ver los pectorales del principal superviviente de Tele 5. Lo harán por ayudar a los niños. Claro¡

Le propongo a Ana Obregón que haga lo mismo con su reinstaurado posado veraniego. Así le dará una razón de ser a su próxima salida de las aguas embutida en el bañador de Hannah Montana. Pero que no la vean los niños y niñas que igual se les atraganta la comida.

El que seguro que también está de enhorabuena será José Manuel Parada. En su taquilla del Cine de Barrio no faltarán a partir de la próxima semana las fotos de Jesús (Vázquez que quede claro). Porque, al fin y al cabo, todo se olvida y después de un "quítame allí esas pajas" uno es capaz de perdonarlo todo.